Me gustaría se “juglar” y
facilitar un aprendizaje útil a mis alumno. Me gustaría ofrecerles las
herramientas adecuadas para que se desenvuelvan con soltura y seguridad en
contextos reales, sabiendo interpretar tanto los aspectos lingüísticos, como
los no lingüísticos.
Para ello, tendré que prestar
especial atención tanto a los aspectos pragmáticos, como gramaticales. Ya que
es tan importante lo que se dice, como lo que no se dice.
Conversar es, a priori, una secuencia
de intercambios formado por al menos dos intervenciones, formado a su vez por
exponentes. Existen incluso enunciados tipo, los más habituales en uso, que
pueden generar conversaciones estándar muy útiles para salir del paso, pero…
¿es eso conversar?
Para conversar es necesario
conocimiento y racionalidad; es, según el Principio de Cooperación de Grice,
una actividad cooperativa. Cuando no lo es, el aprendiz de español deber ser
capaz de inferir qué mensaje se esconde detrás de la no cooperación, ¿hay
enfado? ¿hay ironía? Cooperemos o no, estamos comunicando. De ahí que en muchos
contextos sean de vital importancia las implicaturas, como Grice denomina a las
inferencias, ya que esconden la verdadera intención del emisor. Pero… ¿es
suficiente dominar este aspecto para comunicar con eficacia?
Conversar con dominio y usar la
lengua con efectividad implica, además, dominar los aspectos pragmáticos y
gramaticales. Un mismo enunciado puede desempeñar funciones distintas según el
contexto, según la forma o según el tono (por ejemplo reflexionando con el
enunciado “Gracias por no fumar”. Así mismo, hay implicaturas relacionadas
directamente con la forma gramatical. La forma “por eso” implica una intención
justificativa por parte del hablante.
Concluyendo, parece de suma
importancia para el profesor-juglar tener en cuenta que el objetivo es trabajar
con actividades comunicativas que acerquen al aprendiz a contextos reales, pero
llegando a conclusiones generales sobre el sistema a partir de usos concretos,
para que puedan formular reglas generales. No todo depende del contexto y no
todo depende de la gramática.
Reflexión surgida tras
la lectura del texto “Gramática y comunicación en la clase de español como
lengua extranjera”. Lourdes Díaz y José Hernández
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