Los antiguos esquemas que pretendían dibujar en una foto fija el proceso de comunicación, se han complicado desde que Jakobson sentara las bases en 1960. Poco a poco, esquematizar en qué consiste COMUNICAR, se ha vuelto más rico y más complejo. Se comunica con palabras, en algunas culturas demasiadas, y... se comunica con silencios; se comunica con intención de manipular, estimular, emocionar, agredir, discrepar, o se comunica sin ninguna intención; se comunica compartiendo esquemas mentales que nos facilitan la transmisión, o sin compartirlos, lo que nos hace reír, o sufrir o enfadarnos llevados por los malentendidos.
Pareciera que comunicar es como preparar un buen menú. Para ganarte el disfrute de los comensales, se hace necesario, voluntad de conocer las representaciones mentales de los participantes, respeto por los esquemas mentales compartidos dentro de nuestra comunidad, una pizca de conocimiento del código y saber escuchar. Las inferencias, serían como la sal, mal usadas pueden arruinar el guiso.Un exceso, falta de interpretación, formulación de juicios o presunción de intenciones, hará que nuestros comensales no quieran repetir. La capacidad humana de inferencia es tan útil como peligrosa, puede ser tremendamente práctica o dificultar no solo nuestra comunicación, sino nuestras relaciones e integración social.
"En una comunicación lingüística interviene mucha información que no se comunica con palabras y que hay que construir a partir de los indicios que proporciona el contexto y nuestro conocimiento del mundo". (Masako Ishibashi-Cultura de palabras, cultura de silencios) Aviso para los navegantes que se adentran en el mundo de la enseñanza de lenguas extranjeras. Ayudar a los alumnos a conocer los esquemas mentales de la comunidad en la que se integrarán, es enseñarles a comunicarse con corrección y una forma de infundirles seguridad.
Pareciera que comunicar es como preparar un buen menú. Para ganarte el disfrute de los comensales, se hace necesario, voluntad de conocer las representaciones mentales de los participantes, respeto por los esquemas mentales compartidos dentro de nuestra comunidad, una pizca de conocimiento del código y saber escuchar. Las inferencias, serían como la sal, mal usadas pueden arruinar el guiso.Un exceso, falta de interpretación, formulación de juicios o presunción de intenciones, hará que nuestros comensales no quieran repetir. La capacidad humana de inferencia es tan útil como peligrosa, puede ser tremendamente práctica o dificultar no solo nuestra comunicación, sino nuestras relaciones e integración social.
"En una comunicación lingüística interviene mucha información que no se comunica con palabras y que hay que construir a partir de los indicios que proporciona el contexto y nuestro conocimiento del mundo". (Masako Ishibashi-Cultura de palabras, cultura de silencios) Aviso para los navegantes que se adentran en el mundo de la enseñanza de lenguas extranjeras. Ayudar a los alumnos a conocer los esquemas mentales de la comunidad en la que se integrarán, es enseñarles a comunicarse con corrección y una forma de infundirles seguridad.
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