domingo, 29 de septiembre de 2013

Diseñando una actividad comunicativa


Las personas no interactúan sin sentido, existe un propósito y una implícita intención de cooperar. El aula es también un entorno real de comunicación. ¿Por qué utilizar actividades mecánicas que no reproducen el uso real de la lengua? Para escoger actividad para el aula o crear una nueva son imprescindibles dos requisitos: que ésta tenga un objetivo concreto y que para conseguirlo los alumnos tengan que compartir información. Esta es la excusa para practicar formas lingüísticas, que luego fijaremos con explicación gramatical si fuera necesario, ya que la elección gramatical que se haga, también comunica la intención del hablante.

El diseño de una actividad comunicativa no es fácil. Debe asemejarse a las condiciones de la vida real, debe adecuarse al nivel de los alumnos, debe hacer participar a todos los alumnos por igual y no debe olvidar la gramática. El establecimiento de las funciones que se proponen trabajar, es después una guía útil pero severa. Por otro lado, escogiendo la técnica del “vacío de información” para conseguir un intercambio real de información, se corre el riesgo a veces de que solo una parte de los participantes practiquen las funciones. Así que, en mi opinión, también la dinamización del aula es de vital importancia.

El diseño de actividades en grupo es más rica y atiende a más matices, como es el caso de la propuesta en el curso Lengua y comunicación ELE

Actividad propuesta. Expresión oral. Alumnos B2                                                      Elaborada por grupo 4

Título de la actividad: Aragón, el lugar perfecto para olvidar el estrés

Tipo de aprendices a los que va dirigida: adultos de más de 16 años con nivel B1-B2. Modo presencial. Situación óptima con grupos de máximo 10 estudiantes.

Objetivos

Ejercitar la comprensión lectora y capacidad de síntesis.

Practicar la expresión oral: cómo solicitar información específica, datos sobre ubicación, precio, prestaciones, etc.

Trabajar las formas verbales de cortesía (condicional) y el uso del “usted”

 Funciones comunicativas que se practicarán: Pedir/ofrecer información. Pedir/dar opinión personal. Expresar acuerdo/desacuerdo y argumentarlo

Material necesario: Texto propuesto “Aragón Termal” / Ficha con instrucciones para el alumno A / Ficha con instrucciones para el alumno B / Diccionarios de consulta

Fases en las que se divide la actividad

PRIMERA FASE: [Actividad pensada para hacer en grupos de dos, máximo 3 alumnos]

PASO 1: tiempo previo para que los alumnos preparen su rol-aproximadamente 15 minutos

ROL A: lectura del texto propuesto “Aragón Termal”. Instrucciones: sois/eres agencia de viajes y debes proporcionar información concreta y consejo para vender a tus compañeros un viaje a Aragón.

ROL B: lectura de la ficha con instrucciones. Sois/eres clientes de una agencia de viajes solicitando información sobre un destino tranquilo para descansar el fin de semana. Debes/debéis obtener información lo más detallada posible como: ¿qué destino os propone la agencia? ¿Qué ventajas tiene el destino propuesto? ¿precios de los hoteles? ¿qué es lo más destacado que se puede visitar? ¿cómo se podría obtener descuentos? ¿qué gastronomía tiene la zona? ¿Qué medio de transporte se puede usar para visitar el lugar?

PASO 2

Diálogo “ role-play” en que los alumnos deben practicar las funciones marcadas en la actividad. Deben solicitar toda la información que consideren relevante según la pauta marcada. Cada alumno o grupo debe desempeñar el papel que se le solicita- Tiempo estimado 15 minutos

SEGUNDA FASE

Breve puesta en común oral con todo el grupo-clase. Los alumnos en el papel de turistas deben explicar si les ha convencido la propuesta de su agencia y los motivos principales. Tiempo estimado 5 minutos.

Duración de la actividad: Aproximadamente 45-60 minutos.

Me gustaría ser juglar


Me gustaría se “juglar” y facilitar un aprendizaje útil a mis alumno. Me gustaría ofrecerles las herramientas adecuadas para que se desenvuelvan con soltura y seguridad en contextos reales, sabiendo interpretar tanto los aspectos lingüísticos, como los no lingüísticos.

Para ello, tendré que prestar especial atención tanto a los aspectos pragmáticos, como gramaticales. Ya que es tan importante lo que se dice, como lo que no se dice.

Conversar es, a priori, una secuencia de intercambios formado por al menos dos intervenciones, formado a su vez por exponentes. Existen incluso enunciados tipo, los más habituales en uso, que pueden generar conversaciones estándar muy útiles para salir del paso, pero… ¿es eso conversar?

Para conversar es necesario conocimiento y racionalidad; es, según el Principio de Cooperación de Grice, una actividad cooperativa. Cuando no lo es, el aprendiz de español deber ser capaz de inferir qué mensaje se esconde detrás de la no cooperación, ¿hay enfado? ¿hay ironía? Cooperemos o no, estamos comunicando. De ahí que en muchos contextos sean de vital importancia las implicaturas, como Grice denomina a las inferencias, ya que esconden la verdadera intención del emisor. Pero… ¿es suficiente dominar este aspecto para comunicar con eficacia?

Conversar con dominio y usar la lengua con efectividad implica, además, dominar los aspectos pragmáticos y gramaticales. Un mismo enunciado puede desempeñar funciones distintas según el contexto, según la forma o según el tono (por ejemplo reflexionando con el enunciado “Gracias por no fumar”. Así mismo, hay implicaturas relacionadas directamente con la forma gramatical. La forma “por eso” implica una intención justificativa por parte del hablante.

Concluyendo, parece de suma importancia para el profesor-juglar tener en cuenta que el objetivo es trabajar con actividades comunicativas que acerquen al aprendiz a contextos reales, pero llegando a conclusiones generales sobre el sistema a partir de usos concretos, para que puedan formular reglas generales. No todo depende del contexto y no todo depende de la gramática.

Reflexión surgida tras la lectura del texto “Gramática y comunicación en la clase de español como lengua extranjera”. Lourdes Díaz y José Hernández

Decir es hacer


Detrás de toda comunicación hay una finalidad. Al hablar no solo formamos frases, sino que llevamos a cabo acciones concretas o “actos de habla”. La forma que el hablante escoge, hablar, aseverar, susurrar, desmentir… ya implica actuar, posicionarse. La lengua es poderosa en ese sentido. Puede promover cambios de actitud en el oyente o incluso en el propio hablante. Curiosamente en este principio se basa la PNL, programación neurolingüística, muy de moda actualmente.

Un objetivo muy importante en la enseñanza ELE es ayudar al estudiante a que escoja bien su acto de habla, según la situación y según su objetivo. También enseñarle a evaluar las reacciones que cabe esperar en sus oyentes. Esto solo se conseguirá con la práctica comunicativa.

Reflexión surgida a partir de la “Teoría de los actos de habla”. Austin y Searle

Adecuación pragmática en la enseñanza ELE


Expresar opinión, pedir un favor, dar un consejo… son intenciones del hablante o funciones lingüísticas que se pueden expresar con enunciados o exponentes muy diversos. Poniéndonos en la piel de un estudiante ELE, ¿cómo escoger la forma adecuada? Dependerá del contexto, de la actitud, de la persona que tenga delante… en definitiva de factores de la pragmática, ajenos al código lingüístico, pero que intervienen en el uso de la lengua. ¿Cómo expreso una petición, con imperativo, con una pregunta…? Si bien escoger la forma es una elección subjetiva, hay una serie de normas no escritas y fórmulas habituales que nos ayudan y que facilitarán el trabajo del aprendiz.

La elección de fórmulas convencionales para comunicarse evita malentendidos ya que la inferencia es inmediata. Cuanto más directa sea la fórmula, mejor. Sin embargo, no creo que se pueda a aplicar a las formulas convencionales indirectas utilizadas por razones de cortesía. Según teorías desarrolladas por Brown y Levinson, cuánto más indirecta sea una formulación, más cortés resulta. Tengo dudas respecto a la eficacia de las fórmulas indirectas en la comunicación ya que influyen otros aspectos socioculturales en el éxito de la comunicación. Si esto ya es así entre los hablantes nativos, adquiere aún más relevancia en el caso de la enseñanza ELE, ya que la tendencia a traducir una fórmula de un idioma a otro, funciona solo cuando las lenguas están muy cercanas. Si no es así, se provocan situaciones confusas. Por suerte, detrás de un hablante novato, siempre suele haber un oyente paciente, al menos en contextos familiares. No siendo tan evidente en contextos laborales o formales. De ahí la importancia de mostrar las fórmulas convencionales y su utilidad a los estudiantes

Los fenómenos de interferencia pragmática


M. Victoria Escandell aborda la necesidad de orientar la enseñanza de lengua hacia una perspectiva pragmática dejando atrás antiguos enfoques exclusivamente gramaticales. Define la pragmática como la disciplina que estudia los principios que regulan el uso del lenguaje en la comunicación, tomando en consideración factores extralingüísticos como el emisor, destinatario, intención comunicativa, situación, contexto, relación social o conocimiento del mundo.

“Comunicarse eficazmente no consiste en conocer y manejar bien su gramática, sino que implica hacerse con el dominio de un complejo conjunto de conocimientos de naturaleza extragramatical”.

Cada cultura comporta una serie de “supuestos” y cada individuo construye de acuerdo a ellos y de acuerdo a su propia experiencia vital, lo que hace que los hábitos verbales de la lengua materna interfiera gramaticalmente (interferencias pragmalingüísticas), o lo que es más complejo de detectar…que la interiorización cultural o hábitos de comportamiento interfieran en las fórmulas convencionales (interferencias sociopragmáticas). Así por ejemplo, una persona que proviene del ámbito rural, se expresará utilizando un vocabulario relacionado con los fenómenos atmosféricos y probablemente usando formas muy directas, sin que esto implique rareza o mala educación.

En el aula ELE la lengua materna y los hábitos verbales, o incluso no verbales, de cada alumno interferirá pragmáticamente en el aprendizaje. Estas interferencias pueden tener forma de léxico incorrecto (falsos amigos), gramática correcta pero inadecuada (uso de formas verbales no adecuadas que confundan la intención comunicativa) etc. De ahí la necesidad de enseñar fórmulas convencionales propias de la comunidad en la que vaya a usar la lengua el alumno y que se usan en ciertas situaciones preestablecidas.

Es responsabilidad del profesor identificar errores debidos a inferencias pragmáticas, ya que son más difíciles de localizar que las gramaticales o fonéticas. Muchas veces no son identificadas como tales, sino como manifestaciones de antipatía, sarcasmo o enfado. A medida que el alumno gana en nivel, el riesgo de cometer errores que impidan una comunicación efectiva por causa de interferencias pragmáticas aumenta.  

 Reflexión sobre el texto “Los fenómenos de interferencia pragmática”. M. Victoria Escnadell

domingo, 15 de septiembre de 2013

Esquemas mentales compartidos


Lo que a priori parecía fácil: describir de forma concisa la situación “cenar en casa de unos conocidos”… participantes, lugar, objetos, qué pasa antes, qué pasa después y secuencia de acciones, no me ha resultado tan obvio. Y eso, teniendo en cuenta que comparto esquemas mentales con mis compañeras de grupo.

Mi primer intento ha sido detallista en exceso y por tanto no aplicable a un cambio de escenario. No recoge del todo los aspectos que servirían a otros miembros de la comunidad para actuar cada vez que se da una situación semejante. La propuesta de mi compañera me ha convencido bastante más. He aprendido que la elaboración de un esquema mental compartido debe encontrar equilibrio entre el detalle (sobre todo en la situación) y la generalización.

 

Temas que han surgido a debate: ¿es relevante señalar que algún participante es extranjero si éste es conocedor del esquema mental? Quizá no, si no interfiere en la interpretación de los mensajes. En el ejercicio, no parece haber problemas de interpretación, así que tal vez esa especificación sea prescindible.

[Carla] ¿Pero sería lo mismo si se hubiera producido alguna situación - relacionada con la comida, con las conversaciones que tienen lugar durante la cena, etc. - conflictiva y que tal vez tuviese que ver tanto con el hecho de que la cena tiene lugar en la casa de unos españoles, o con el hecho de que parte de los invitados son extranjeros?

 

En cuanto a los usos y costumbres, ¿es relevante destacar en el esquema “enseñar la casa a la visita”? no siempre es así, parece más bien algo a elegir según la persona, culturalmente optativo por así decirlo.  

Con la información que teníamos, no creo que se hayan producido malentendidos. Todos los participantes siguen el guión a la perfección. Lo que no sabemos es si frases como “Aquí tenéis vuestra casa” como despedida, puede ser tomada al pie de la letra por los visitantes. Necesitaríamos el capítulo dos de la historia.

Me gustaría destacar para no olvidarlo la cita de M. Victoria Escandell en  Aportaciones de la Pragmática. “A efectos cognitivos, lo que cuenta no son los individuos, las relaciones o las intenciones como tales, sino las representaciones que nos hemos formado sobre ellos.” “Nuestro comportamiento está condicionado no por la realidad tal como es, sino por la manera (correcta o no) en que la percibimos” Aunque estamos programados para producir representaciones lo más ajustadas a la realidad, esto no evita que haya confusiones.

La representación que hacemos del entorno (que viene dada por aspectos socioculturales y personales) es decisiva para la comunicación.

Parece lógico que el objetivo del profesor de lengua sea enseñar al alumno a adaptar el comportamiento lingüístico propio a los mismos parámetros que tienen los nativos. Cuanto más cercanas están las culturas, más fácil es.

Y una última nota, “si lo que comunicamos parece ir más allá de lo que decimos literalmente es porque en la interpretación no intervienen sólo procesos de descodificación, sino también de inferencias” Los contenidos que inferimos se llaman implicaturas (término que no conocía, y que supongo viene de “… lo que implica que…”). A veces esas implicaturas, se deducen del tono. Se me ocurre que una frase como ¿una tila? puede interpretarse como ofrecimiento de ayuda o reproche, según el tono que usemos.

Lenguaje y pensamiento caminan de la mano


¿El lenguaje es fuente de inspiración de nuestro pensamiento? ¿o es el creador de nuestro pensamiento? Interesante cuestión. Lo que sí parece cierto es que caminan de la mano. El lenguaje es tan poderoso que es capaz de modelar nuestra manera de enfocar un problema. Parece que cuando plateamos un deseo en la lengua española,…querría… escogemos el subjuntivo. Sin embargo, desde la cultura francófona, utilizan el futuro. ¿Acaso esta elección no vincula el lenguaje a nuestra idiosincrasia como pueblos con historia y cultura diferentes?

Hilando fino, parece que la manera como usamos el lenguaje (heredado de padres y abuelos, marcado por la historia y el clima) crea sutilmente esquemas mentales, creencias (a veces) limitadoras y, poco a poco, construye nuestra actitud ante la vida. De ahí que estos esquemas mentales, útiles para comunicarnos con efectividad, sean a menudo, nuestro peor enemigo. Como nos comunicamos nos hace parecer nerviosos, enfadados, tercos, engreídos, intimidados, cuando no suele ser así.  Expresión verbal/no verbal y mente van estrechamente de la mano. Es interesante sacar a la consciencia nuestros vicios lingüísticos para ponerlos en cuestión.

Reflexión inducida por el texto de Masako  Ishibashi-Cultura de palabras, cultura de silencios

Los ingredientes de un buen plato de comunicación

Los antiguos esquemas que pretendían dibujar en una foto fija el proceso de comunicación, se han complicado desde que Jakobson sentara las bases en 1960. Poco a poco, esquematizar en qué consiste COMUNICAR, se ha vuelto más rico y más complejo. Se comunica con palabras, en algunas culturas demasiadas,  y... se comunica con silencios; se comunica con intención de manipular, estimular, emocionar, agredir, discrepar, o se comunica sin ninguna intención; se comunica compartiendo esquemas mentales que nos facilitan la transmisión,  o sin compartirlos, lo que nos hace reír, o sufrir o enfadarnos llevados por los malentendidos.

Pareciera que comunicar es como preparar un buen menú. Para ganarte el disfrute de los comensales, se hace necesario, voluntad de conocer las representaciones mentales de los participantes, respeto por los esquemas mentales compartidos dentro de nuestra comunidad, una pizca de conocimiento del código y saber escuchar. Las inferencias, serían como la sal, mal usadas pueden arruinar el guiso.Un exceso, falta de interpretación, formulación de juicios o presunción de intenciones, hará que nuestros comensales no quieran repetir. La capacidad humana de inferencia es tan útil como peligrosa, puede ser tremendamente práctica o dificultar no solo nuestra comunicación, sino nuestras relaciones e integración social.

"En una comunicación lingüística interviene mucha información que no se comunica con palabras y que hay que construir a partir de los indicios que proporciona el contexto y nuestro conocimiento del mundo". (Masako  Ishibashi-Cultura de palabras, cultura de silencios) Aviso para los navegantes que se adentran en el mundo de la enseñanza de lenguas extranjeras. Ayudar a los alumnos a conocer los esquemas mentales de la comunidad en la que se integrarán, es enseñarles a comunicarse con corrección y una forma de infundirles seguridad.


jueves, 12 de septiembre de 2013

Lenguaje y comunicación como herramienta de crecimiento

Abro un espacio en este blog para compartir mis inquietudes, enriquecerme con vuestras aportaciones y acomodar mis dudas.
Mi pasión, conversar. Mi habilidad, la comunicación. Mi motivación, acompañar en su crecimiento personal y profesional a todos aquellos que se acerquen o quieran mejorar con la lengua española. Mi aspiración, llegar a ser una buena profesional de la enseñanza del español y aprender con ello de mis alumnos.
Empiezo aquí un nuevo camino. ¡Bienvenidos a todos!